Escaleras de piscinas
Las escaleras de piscinas son elementos imprescindibles para acceder a la piscina.
Podemos encontrar entre otros materiales principalmente dos tipos de escaleras de piscinas: las escaleras de acero inoxidable y las escaleras de obra. Ambas son perfectamente combinables y se puede disponer de las dos en una misma piscina. De este modo podremos ubicar dos accesos distintos desde dos puntos extremos.
Las escaleras de piscinas de obra suelen estar construidas en las zonas de menor profundidad y siguen una pendiente descendiente para así poder construir los escalones. Normalmente van acompañadas con una barandilla central o con dos barandillas en cada lateral de la escalera.
Habitualmente la escalera de acero inoxidable se coloca en la zona de mayor profundidad de la piscina. De orientación vertical, las escaleras ocupan un mínimo espacio y están compuestas por peldaños y barras en disposición horizontal sujetas por ambos laterales a dos pasamanos de tubo, normalmente de acero inoxidable, dispuestos en posición vertical y paralelos a las paredes de la piscina. Suelen ser tubos de 40 a 50mm, disponen de topes de apoyo inferior en material plástico inalterable y cuentan con cuatro puntos de anclaje: dos en la superficie y dos en la pared de la piscina.
Los peldaños pueden ser en forma de tubo o cilíndricos o en forma de pequeña plataforma rectangular mucho más cómoda y adecuada para los pies descalzos.
Las escaleras de piscinas pueden ser fijas, sujetas sólidamente a la obra, o ser de tipo desmontables, estas últimas resultan muy prácticas ya que suelen retirarse una vez acabada la temporada de baño.
Existen otros tipos escaleras de piscinas prefabricadas inclinadas en la pendiente descendente de la piscina, de plástico que incluyen un sistema de filtración, un equipo de natación contra corriente y un sistema de hidroterapia similar al del spa. También suelen incorporar proyectores acuáticos.